10/08/2022 La Nación - Nota - Economía - Pag. 1

Aerolíneas. Los pilotos declaran la guerra contra las medidas para contener el gasto
Diego Cabot

La negociación se tensó y los gremios aeronáuticos no lograron un acuerdo con Aerolíneas Argentinas.
Pero esta vez hubo un condimento distinto: la empresa les dijo que el ministro de Economía, Sergio Massa, pidió un ajuste en los gastos y que no iba a ser posible acceder al aumento salarial.
La respuesta fue inmediata: los pilotos empezaron un plan de lucha.
“Me rompí el alma por un gobierno nacional y popular. Si me quieren ajustar, que la ajusten a Moria [Casán]”, dijo el líder de los pilotos, Pablo Biró, en lo que se interpretó como un abierto desafío a Massa.

“Si nos quieren dejar 20 puntos por debajo del IPC, que se preparen, porque van a tener un conflicto de muy alta intensidad”, agregó el secretario general del gremio de pilotos (APLA) en declaraciones a la radio AM 530.
Después de la reunión, en el Aeroparque hubo una asamblea informativa.
Ese fue el motivo de las demoras que se produjeron en algunos vuelos de Aerolíneas Argentinas entre el lunes y ayer. Sin embargo, de acuerdo con lo que dijo el sindicalista, la pelea recién empieza.
En la mesa de negociaciones no solo está la paritaria, sino también otros reclamos que plantea el poderoso gremio. “Aerolíneas necesita 150 pilotos ya. No regula las tarifas, quieren que no le peguen a la embajada [de Estados Unidos] ni a los amigos de la embajada; persiguen a un laburante. ¿Pero qué se comieron? –se preguntó con fuerte entonación–.
El conflicto recién empieza.
Esto no es un problema paritario; es un problema ideológico”.
El asunto recrudeció con la llegada de Massa al gabinete nacional y con su impronta de ajuste presupuestario.
El exintendente de Tigre pidió frenar el gasto de la empresa en alrededor de 30% en dólares. Ese pedido lo llevó a la mesa de negociaciones el gerente general de la línea aérea, Pablo Ceriani. “Con Ceriani no tengo nada”, dijo Biró. Sucede que el ejecutivo político prácticamente no define nada en materia salarial. Escucha, anota, hace una planilla de cálculos, y luego se da vuelta y pide un cheque al Tesoro para pagar la cuenta.
La gran mayoría de los gremios de transporte, no solo los aerocomerciales –quizá la excepción sean los dueños de micros de larga distancia–, convierten a los dueños o ejecutivos de las empresas del sector en meros emisarios de sus reclamos salariales ante el Estado. Y los pilotos comandados por Biró conocen el mecanismo de memoria. De ahí que la disputa quedó planteada no con la empresa, sino que se trata directamente de Biró contra Sergio Massa y su ministro de Transporte, Alexis Guerrera.
“Nunca vi un político hacer la plancha más que Alexis [Guerrera].
Nunca lo vi. Nada que ver con Mario Meoni”, agregó. Pero, fiel a su estilo confrontativo, agregó: “O el Ministerio de Trabajo va a constatar lo que denunciamos, y si el Ministerio de Transporte no se pone a trabajar y lo sacan al nuevo domador de reposeras que es Alexis Guerrera y lo ponen a laburar... [sic]. Si no cambia, no nos vamos a romper el alma”, agregó. Eso no es todo. Empezó ahora, además, el realineamiento político.
Aerolíneas Argentinas es un apéndice de La Cámpora y nada se sabe respecto de cómo se manejarán los delegados políticos con la llegada de Massa al Ministerio de Economía.
Esa postura, además, va a generar nuevos realineamientos de los sindicatos que conviven en la compañía.
La tensión podría agravarse, ya que los reclamos que hace el sindicato que agrupa a los comandantes exceden a un sobrepasado Ceriani.

En el gremio tienen en la mira a las aerolíneas low cost. Y gran parte de su disconformidad va contra ellas. Biró no lo disimula. “Me rompí el alma por un gobierno nacional y popular y no por un gobierno de derecha que apriete con buenos modales.
Si nos siguen persiguiendo a los pilotos argentinos, que se preparen, porque nosotros no laburamos para eso. Las low cost, porque son de Estados Unidos, no pueden venir a la Argentina a decirle a un piloto a quién tiene que votar, qué religión tiene que profesar. Están locos”, dijo.
Detrás de esas palabras se esconde una lucha de Biró. Sucede que tanto Jetsmart como Flybondi han firmado con su personal acuerdos gremiales de empresa que no responden a APLA. Y ese es el bocado que el gremialista persigue: lograr imponer su agrupación en las dos compañías.
Por ese motivo, además, siempre reclama que se regulen las tarifas. Lejos del reclamo paritario, Biró y los suyos quieren que se reglamente un decreto de fin de 2021, redactado por ellos y por los jefes aeronáuticos de La Cámpora y firmado pasivamente por Guerrera, donde se estableció que se impongan tarifas mínimas para los vuelos. Ese sería un golpe durísimo contra las low cost, que más allá de ofrecer pocos pasajes baratos, o cada vez menos, basan su política comercial en la posibilidad de encontrar una oferta.
“Nosotros no nos rompimos el alma enfrentando las denuncias penales y las persecuciones del macrismo para que vengan a seguir permitiendo que nos persigan. No sé qué negocios tienen con la embajada americana; hoy [por ayer] se juntó Massa con el embajador. Esos fondos [de Estados Unidos, dueños de las dos empresas] pusieron a trabajar personas que persiguen a los pilotos”, dijo Biró.
Número clave En la reunión paritaria salió un número a la hora de contestar la oferta que la empresa estatal les hizo a todos los sindicatos que están sentados a la mesa. Los cuatro que negocian por estos días –pilotos, técnicos, personal de tierra y superior– desempolvaron el número 68. ¿Qué significa? El aumento que Massa y Cristina Kirchner firmaron para el personal del Congreso. Ese es el número que quieren todos los empleados públicos y el personal de las empresas estatales. Le resultará difícil a Massa ponerse el traje de ajustador ahora que maneja la billetera y desarroparse de aquel que entregaba aumentos cuando el dinero lo ponía otro poder del Estado.
Por ahora, la negociación está trabada y la posibilidad de que haya medidas de fuerza durante el fin de semana largo no está despejada. “Seguramente en estos días anunciarán plan de lucha, se dictará la conciliación obligatoria y seguirán con las disputas para llegar a un acuerdo salarial que conforme a todos”, dijo uno de los sindicalistas.
Todo puede ser. El sindicato de pilotos, de unos 1500 afiliados, sabe perfectamente cómo negociar. La dirigencia de la empresa se ha convertido en una mesa de entradas de los reclamos sindicales. De ahí en más, los satisface con más dinero de subsidios o con regulaciones a medida de los gremios. El problema es que ahora está Massa con la idea de ajustar el gasto. Y más allá de que el kirchnerismo y gran parte del sindicalismo han empezado a militar el ajuste, algunos gremios, como el de pilotos, prefieren este momento para hacer otra jugada. Por ejemplo, plantear un mano a mano. Biró contra Massa. El primer round acaba de empezar.



Pablo Biró, del gremio de pilotos, el sindicalista más duro de Aerolíneas


Menciones: ceco1 cfinanE ejestransporte


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